jueves, 10 de marzo de 2011

Chile está siendo destruido, es hora de reaccionar.




Es verdad, como nunca antes nuestro país está en peligro de muerte. La puesta en marcha del megacomplejo termoeléctrico en Castilla contaminará gran parte de la Región de Atacama, sumiéndola en la misma miseria en la que están Ventanas, Tocopilla y Huasco, que fueron convertidas en zonas de sacrificio, sabiendo que Chile no necesita un proyecto energético como éste (el coordinador de campañas de Greenpeace en Chile, Samuel Leiva, advirtió que Chile estaría bajo una estrategia de "carbonización profunda de su matriz energética" y enfatizó que el país no necesita una central termoeléctrica como Central Castilla, proyecto que fue aprobado por Comisión de Evaluación Ambiental de Atacama).
La Isla Riesco corre el mismo riesgo. El gobierno acaba de aprobar el primero de cinco megaproyectos de extracción de carbón con que se alimentarán centrales termoeléctricas en todo el país, incluida la de Castilla. Éstas, a su vez, darán energía a las grandes mineras que en forma irracional saquean nuestro territorio.
Isla Riesco es un santuario de la naturaleza donde habita el huemul y el cóndor: símbolos de Chile, además de las imponentes ballenas jorobadas. Todos ellos y muchos otros seres vivos fenecerán ante la ferocidad de este proyecto. No es exagerado decir que si los dejamos morir estaremos permitiendo la destrucción de Chile. Todo es un símbolo y la muerte, el mayor de ellos, decía el boliviano Franz Tamayo, (actualmente nuestro huemul es un animal autóctono poco conocido y condenado por el gobierno a la extinción; el cóndor habita a lo largo de la Cordillera de los Andes, la que está por destruirse por los megaproyectos de sur a norte; y las ballenas jorobadas que buscan cada verano su alimento en el estrecho de Magallanes ya no tendrán más que contaminantes en su hábitat).
Barrick Gold está destruyendo glaciares con su proyecto Pascua Lama. Los medios que apoyaron este proyecto ayudados por las editoriales y extensos reportajes, como el Mercurio y La Tercera, no cubren sus nefastas, inevitables y obvias consecuencias: están concentrados en apoyar otros emprendimientos destructivos.
Isla Riesco y Castilla fueron aprobadas en el marco del nuevo sistema de evaluación ambiental en el que sólo votan personas de confianza del Presidente. Ni siquiera los alcaldes y consejeros regionales pueden hacerlo. La opinión de los afectados (la mayoría de la población) ni cuenta. Es decir, es el Presidente Sebastián Piñera quien está detrás de la decisión de destruir nuestro territorio para aumentar la riqueza de unos pocos incluida la suya. Es bueno saber que él (Piñera) es accionista de Copec, impulsora del proyecto carbonífero en Isla Riesco.
También cabe recordar que una de las plataformas de campaña de Piñera fue la defensa del medioambiente y su compromiso de ponerle freno a las termoeléctricas. Una vez en el poder hace exactamente lo contrario (la campaña de Piñera fue marcada por la promesa donde aseguraba que hay un gran potencial en las energías no renovables y que no podemos seguir utilizando carbón por ser muy contaminante). Es bueno señalar que no está en las atribuciones del presidente destruir nuestro país, por lo que en caso de insistir se pondrá al margen de la legalidad y del espíritu de su cargo, por lo que la población estará en su derecho, y quizás en su deber, de rebelarse para impedir que se destruya lo más sagrado que tenemos: LA VIDA.

Digamos a tiempo “NO” a los megaproyectos contaminantes que el gobierno apoya…. Protejamos de una vez y para siempre a nuestros símbolos más importantes, No las termoeléctricas y las carboníferas… Chileno, chilena: sal a protestar, para que tus hijos puedan respirar.

Basado en el reportaje del diario “El ciudadano”. Edición de la primera quincena de marzo de 2011.

Rodrigo Jiménez V.

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