Su hijo “Yuri” se llego a mimetizar con un árbol a la salida del campo de prisioneros de “Tres Alamos”, esperando cada día su regreso. El tablero de ajedrez en el que su padre lo inició a mover los peones fue mudo testigo nocturno de su angustia. Sus largas caminatas durante las cuales le enseñaba a contar quedaron para siempre en su recuerdo. (Yuri es hijo de un detenido desaparecido durante la dictadura en Chile, tenía 7 años cuando dejó de ver a su padre).
viernes, 19 de marzo de 2010
Cuando todos se vayan
Cuando todos se vayan a otros planetas
yo quedaré en la ciudad abandonada
bebiendo un último vaso de cerveza,
y luego volveré al pueblo donde siempre regreso
como el borracho a la taberna
y el niño a cabalgar
en el balancín roto.
Y en el pueblo no tendré nada que hacer,
sino echarme luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas de rieles oxidados
o sentarme en el roído mostrador de un almacén
para hablar con antiguos compañeros de escuela.
Como una araña que recorre
los mismos hilos de su red
caminaré sin prisa por las calles
invadidas de malezas
mirando los palomares
que se vienen abajo,
hasta llegar a mi casa
donde me encerraré a escuchar
discos de un cantante de 1930
sin cuidarme jamás de mirar
los caminos infinitos
trazados por los cohetes en el espacio.
Teillier
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